- El verde representa el color de su paisaje y la indeclinable esperanza que tienen los ludenses por conseguir días mejores para sí mismos, su familia y su terruño.
- El amarillo, la riqueza aurífera del río Bolo que, a igual que en otras zonas del Cantón Sígsig, hizo que en décadas pasadas su incipiente explotación artesanal aliviara las necesidades económicas de algunos hogares.
- El blanco, la honestidad, la sinceridad y la apertura al saber científico que abrigan el corazón y la mente de los ludenses.