Como expresé en líneas anteriores, lo que hoy es la parroquia Ludo, fue un vecindario gobernado por los Caciques Ataribana; pero ya, a partir del 23 de agosto de 1723 aparece como anejo de San Bartolomé; el mismo que a petición de Don Diego Tasa Andicela, cacique de Cuyes, es atendida espiritualmente por los religiosos dominicos hasta 1787 [1]
Aparte de lo anotado no tenemos de esta época datos fidedignos ni hechos relevantes que contar. Las razones son obvias: El territorio es pequeño; cualquier acontecimiento de magnitud es asimilado por la población principal cercana. Además, el número de habitantes en estos siglos debió ser muy limitado y, aunque los aborígenes del lugar mantienen su relativa independencia, puesto que habitualmente están gobernados por un cacique, su voz se queda en su medio y no trasciende. De todas maneras la historia arrastra a todos y cualquier acontecimiento trascendental de la zona, es natural que también haya afectado a esta porción del austro.
[1] VARGAS, José María: "Historia de la Iglesia en el Ecuador durante el Patronato Español". Edt. Santo Domingo 1962, pág. 524