Una reunión para agradecer a Dios por la gracia de la fidelidad
No por vanidad, sino porque el acontecimiento fue motivo de REUNION de un número impresionante de parientes, amigos, feligreses; sobretodo, ludenses de la diáspora, hago aquí referencia a lo que fue la celebración de mis 25 años de ministerio pastoral, que con la ayuda divina la he desempeñado, de la mejor manera que he podido en Pucará, Nabón, La Asunción, Chiquintad; y, actualmente, en El Valle.
El acontecimiento -cuya remembranza consta en un folleto conmemorativo titulado "Gratitud, Nostalgia y Mensaje"-, al que asistió un gran número del presbiterio cuencano y casi un medio millar de personas provenientes de diferentes lugares del país, tuvo lugar en el Centro de Espiritualidad Salesiana de Baguanchi, el viernes 8 de diciembre del 2006. Con ese motivo, Sor Hilda María Jiménez Álvarez -que luego de haber servido como Superiora de la Comunidad Salesiana de El Sígsig entre el 2004 y el 2007, y actualmente se desempeña como Ecónoma del prestigioso Colegio Femenino "Cardenal Spellman" de Quito-, escribió para diario el Mercurio el siguiente Artículo:
HACE VEINTICINCO AÑOS EN LA CATEDRAL
"Evocar, recordar, rememorar, añorar. Florilegio de vocablos en nuestro rico idioma para referirse a una de las facultades más singulares del ser humano porque permite mezclar al unísono sentimientos de alegría, gratitud, esperanza, fortaleza y amor. Cierto es también que hay evocaciones tristes; pero para fortuna del hombre, es la propia naturaleza y el tiempo, los que se encargan de tacharlos de la memoria o de llevarlos al limbo de lo consciente. Así nos ha hecho Dios y es otra de sus bondades.
No es posible olvidar lo agradable, lo que marca la vida, lo que impresiona por lo sublime, tremendo y fascinante -en palabras de Rudolf Ott-. Juan Evangelista, por ejemplo, no olvida su primer encuentro con Jesús, que hasta recuerda en su evangelio, la hora exacta en que se produjo "... Fueron, pues, y vieron donde vivía, y pasaron con Él el resto del día, porque ya eran como las cuatro de la tarde..." (Jn. 1,35-42)
Cuando revisamos la historia de los grandes hombres o las grandes historias de amor, no olvidan los historiadores relatar, en lo posible, el momento especial en que se produjo la chispa que encendió una vida o inició el despegue hacia la inmortalidad. Recordemos, por ejemplo: el "eureka" de Arquímedes al descubrir fortuitamente la ley del peso específico de los cuerpos; la naranja que se desprende sobre la cabeza de Eistein que le permite formular la teoría de la relatividad; la corona de flores que Manuelita Sáenz deja caer sobre el libertador Simón Bolívar cuando llega por primera vez a Quito, iniciándose luego, en ese intercambio de miradas, un muy celebrado romance...
También en el ámbito religioso, cuando Moisés divisa la zarza ardiendo sin consumirse y Dios le revela su nombre (Ex. 3,1-22); o, cuando San Agustín encuentra el pasaje bíblico de Romanos 13,13, que le impresionará tanto, hasta el punto de trocar su vida de pecador en vida de santo.... Los ejemplos son infinitos.
Hace veinticinco años, cuando las ordenaciones sacerdotales no eran frecuentes, una verdadera TEOFANÍA se produjo en nuestra ciudad. El martes 8 de diciembre de 1981, en el marco de una de las fiestas marianas más significativas para la piedad cuencana, acompañado de todo el presbiterio azuayo de entonces, con una catedral absolutamente llena de fieles que exhalaban fervor indescriptible, en medio de una solemne liturgia y la presencia de distintos colegios vocacionales integrados por jóvenes que prometían a la iglesia azuaya días más venturosos, JOSÉ BOLÍVAR JIMÉNEZ ÁLVAREZ, consagró su vida como sacerdote de Cristo y en Cristo para servir a su pueblo.
Después de la majestuosa procesión inicial que encabezaba el joven diácono, tres fueron los momentos sublimes del acto religioso que más impresionaron nuestras retinas y se quedaron en nosotros para evocación continua: Primero, el ósculo de paz tremenda y divinamente expresivo que luego de la unción y la imposición de las manos dio el obispo ordenante al neo-sacerdote en su frente. Segundo, la homilía de profundidad teológica sublime, en la que Monseñor Luis Alberto Luna Tobar, invitó, figuradamente, a José Bolívar "a regresar al seno de su madre para que escuchara el diálogo de María con su hijo Jesús en el seminario de su vientre inmaculado" ; y, Tercero, el discurso-plegaria que pronunció el recién ordenado, orando desde ya por la feligresía que Dios le iba a confiar en el futuro y en el que, acertadamente, nombró a María Santísima como su legítima madrina diciéndola con inspirada unción: "... Madre mía, en tu corazón inmaculado, deposito mi consagración a Dios".
El próximo 8 de diciembre, familiares, amigos y fieles de buena voluntad celebraremos en el "Centro de Espiritualidad Salesiana" estos veinticinco años de vida sacerdotal. No lo haremos para ensalzar al festejado; sino para unirnos a él, a José Bolívar, en una acción de gracias sincera por haber el Señor hecho maravillas en su vida; sobre todo, porque la Divina Providencia ha sido misericordiosa con él, al levantarle de sus caídas (que seguramente las ha tenido) y permitirle ser leal a su compromiso."[1]
Yo también escribí días después en el mismo periódico azuayo un artículo que titulé: "LUDO, la tierra de mi niñez". El impacto positivo, la emoción, la gratitud que me causó y el frescor del acontecimiento vivido, hicieron que me expresara de la siguiente manera:
LUDO, la tierra de mi niñez
"No es un paraíso en donde... la frondosidad de la vegetación variada, el colorido de la fauna, el aroma de las flores, el cantar de infinitos riachuelos, el trinar de multicolores aves... encante. ¡No!. Tampoco es, como suelen decir los trovadores, "un pedacito de cielo incrustado en la tierra para deleite de la humanidad". No es, al menos hoy en día, un paraje de paisajes primaverales, de clima embriagador, de cielo argentino, de humus exuberante que incite a quedarse o a regresar a ella cuanto antes.
No es nada de ello, pero es mi tierra. En ella nací. En ella crecí mis primeros años. En ella vi salir al sol compañero cada mañana. En ella admiré en las noches oscuras al cielo tachonado de estrellas sin ser perturbado por luminarias artificiales; y en las de luna, las siluetas de las montañas. En ella aprendí a balbucear "mamá", dulce palabra. En ella me nutrí abundantemente del amor progenitor. En ella nacieron mis hermanos, tesoro invalorable. En ella jugué tardes interminables con mis amigos. En ella aprendí las vocales con calificados maestros, quienes también supieron abonar, con sabiduría ponderada, los valores que en mi corazón y en el de mis fraternos habían sembrado con el ejemplo mis padres. En ella comencé la lucha por un lejano ideal -el sacerdocio-. En ella reí, lloré, recé. Y lo que es más, sobre ella hice cuando infante mi primer y rústico altar a María inmaculada.
Han pasado los años, media centuria para ser exacto, desde cuando tomé conciencia que existía y que mi vida debía tomar un rumbo. Como a todo niño inquieto, también a mí se me presentó un panorama amplio, bonito; que en realidad se me hacía fácil alcanzarlo por el apoyo incondicional que mis padres Luis Antonio y Lucrecia Carmelina supieron darnos, tanto a mí como a mis nueve hermanos; y no precisamente, porque abundaran en riquezas materiales que siempre les costó sacrificio el conseguirlas, sino por su noble generosidad y su constante afán de cumplir como buenos ciudadanos y auténticos cristianos su papel de esposos y de padres.
Fue ese ambiente, así de natural y de sencillo, el que modeló mi carácter, el que acrisoló mi vocación y la de mi hermana HILDA MARIA para que sirviéramos, ella como religiosa salesiana y yo como sacerdote secular, a la Iglesia de Cristo "signo y sacramento del Reino de Dios en el mundo". No sé si lo hacemos bien, pero Dios y María Santísima se manifiestan bondadosos con nosotros, particularmente conmigo.
El 8 de diciembre pasado cumplí 25 años de haberme ordenado sacerdote. No me imaginé que estarían para concelebrar conmigo en el Centro de Espiritualidad Salesiana, una treintena de hermanos sacerdotes. No imaginé que rezaran y cantaran conmigo alrededor de la mesa eucarística varios centenares de personas venidas de las parroquias a las que he servido hasta el momento: Pucará (San Rafael de Zhárug), Nabón, La Asunción y Chiquintad. No imaginé sentir el afecto, elevado a la máxima expresión, de mis parientes y amigos de distintos lugares e instituciones que se habían esmerado en prepararme una hora social de altísima calidad artística. No me imaginé el recibimiento cálido y la sorpresa que estaba para darme el noble pueblo de Chiquintad -parroquia querida a la que actualmente sirvo-, esa misma tarde y los dos siguientes días. No sospeché siquiera, la gentileza; tanto de mi Obispo, Monseñor: Vicente Cisneros Durán, como la del Obispo de Machala y presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Monseñor: Néstor Herrera H. a través de sus sentidas misivas. No imaginé tantas otras sorpresas bellas que las guardo con gratitud en mi corazón.
Todo esto me hace pensar y decir con el salmista: "Cuando contemplo el cielo obra de tus manos y la luna y las estrellas que pusiste en él ¿Quién soy, Señor, parra que me recuerdes y te preocupes tanto por mí? Me hiciste grande y me rodeaste de honor y dignidad..." (Sal. 8, 3-4).
¡Si! ¿Quién soy yo? Vuelvo a mi realidad y a mis orígenes y me digo con sinceridad: "siervo inútil soy. No he hecho sino cumplir con mi obligación" (Lc. 17,10). Nací, simplemente en LUDO, la tierra de mi niñez, "... un pueblo pequeñito, como el de Jesús de Nazareth. Mucho polvo, mucha arena, pero en el que se acostumbraba saludar..." como dijera el cantautor Leonardo Favio.
Pueblo, por lo tanto, humilde, pero al que cantó con todo el efluvio de su alma de maestro y gentilhombre, el insigne profesor de mis primeras letras, Sr. LUIS RÓMULO GUAMÁN en su "Apología y exaltación de la suprema grandeza", que se dignó dedicarme en ese inolvidable día de mis Bodas de Plata Sacerdotales."[2]
Un merecido reconocimiento
El 16 de abril del 2005, la Ilustre Municipalidad del Cantón Sígsig, presidida en aquel entonces, por la Doctora Patricia Jiménez Brito, condecoró con la "Presea Cacique Duma" a la Rectora de la unidad Educativa María Auxiliadora, Doctora, Sor Hilda María Jiménez Álvarez.
El acto fue solemne con la presencia de todas las autoridades del Cantón y la concurrencia de un selecto público; y tuvo lugar, no en el edifico municipal, sino en el salón magno de la misma institución, por cuanto el cantón estaba pasando un período de crisis. Crisis que, lamentablemente, no pasa porque el síndrome de la politiquería, la demagogia barata, el individualismo, el afán egoísta de protagonismo, siguen presentes hoy en algunos dignatarios cantonales (no en todos por fortuna); lo que no permite un desarrollo armónico, integral y real de todo el cantón, que no se limita al entorno urbano solamente, sino que comprende sus anejos y sobretodo sus parroquias. Parroquias que tienen a su haber talentos humanos idóneos con suficiente capacidad de dirigir autónomamente su futuro. Si esto de verdad se entendiera Sígsig sería tan grandioso como fue antaño, con personajes de gran civismo y grata recordación.
La Dra. Sor Hilda Jiménez Álvarez, a nombre de ella misma y los otros condecorados, pronunció el siguiente discurso que fue largamente ovacionado por los presentes:
Discurso de Gratitud de Sor Hilda Jiménez por la condecoración con la "Presea Cacique Duma" otorgada por la Municipalidad de Sígsig
"Señorita Presidenta de la Ilustre Municipalidad de Sígsig, Dra. Patricia Jiménez Brito, Señoras y Señores Concejales, Rvdos. Padres Bolívar Jiménez y Rafael Cabrera, Autoridades que rigen los establecimientos educativos de nuestro cantón. Autoridades todas y representantes de las distintas entidades que nos honran con su presencia, Dr. José Faicán, Señoras y Señores:
Es un deber de gratitud expresar oportunamente y con candidez nuestros sentimientos, a quienes en la vida tienen la bondad de hacernos un bien o distinguirnos con su amistad.
Y es eso, precisamente, lo que pretendo hacer estos instantes solemnes, en este acto cívico de aniversario, en que nuestro altivo cantón Sígsig cumple, en un ambiente de indescriptible dignidad su efemérides de cantonización: Agradecer de todo corazón, personalmente y a nombre de todos los galardonados, la magnificencia para conmigo, y el justo reconocimiento para mis amigas y amigos, a quienes la Ilustre Municipalidad, presidida por su presidenta, la Doctora Patricia Jiménez Brito, se ha dignado otorgarnos.
Y tan sentido agradecimiento he querido formularlo, no con elocuencia ni con poses de triunfadora; sino con llaneza y sinceridad. Y bajo esa perspectiva, considero que es muy acertada la distinción hecha a mis compañeros y compañeras de honor. Cada quien desde el puesto en que le ha colocado la Providencia Divina y desde su propia realidad y potencialidad; ciertamente, han contribuido con empeño, constancia y destreza al progreso y bienestar de nuestra amada tierra: mil veces bendita, pródiga en cultura y celosa custodia de su dignidad.
En lo que toca a mí persona, con sinceridad, no tengo nada que decir; sino agradecer la ponderada generosidad de quienes se han dignado distinguirme, y... modestamente, acogerme a las bíblicas palabras recogidas por San Lucas con las que Jesús aconsejó a sus discípulos: "cuando hayas hecho lo que os fue mandado, decid simplemente, siervos inútiles somos, hemos hecho tan solo, lo que debíamos hacer" (Luc. 17,10)
Pese a ello, recibo complacida este galardón con mis compañeras de trabajo: Sor Rosa Castro, Sor Adela Orbea y Sor Aida Rivera, y junto con ellas a nombre de toda nuestra Comunidad de "Hijas de María Auxiliadora", presente en medio de ustedes desde hace cerca de un siglo; pues, sin duda alguna, es innegable la fe creadora, el trabajo tesonero y el testimonio diáfano, que las misioneras han brindado por varias décadas a este rincón azuayo, hasta el punto de poder decir con propiedad, que ha sido la comunidad salesiana la modeladora del carácter gallardo y la fe consciente de los sigseños.
Lo recibo también, sin falsos reproches sino con transparencia; porque estoy convencida, que Usted Señorita Alcaldesa y Ustedes Señores Concejales, al momento de tomar esta decisión tuvieron presente el valor y la potencialidad de la mujer, que a pesar de la secular marginación en todos los lugares y en de todos los tiempos, no se ha amilanado jamás. Todo lo contrario, ha dado su invalorable aporte para lo que constituye el progreso verdaderamente humanista del orbe; e incluso, el progreso humanista de la propia Iglesia. Particularmente aquí en el Sígsig, han sido las mujeres, las que desde su condición de niñas, jóvenes, esposas o madres; o desde su situación de pobreza o de trabajo siempre creador, han forjado el corazón del pueblo sigseño; corazón que es a la vez: cándido y rebelde, y que hoy como antaño, tiene una muy merecida proyección nacional. La recibo pues, también a nombre de todas ellas.
Como religiosa que soy, portadora de la Buena Nueva de Cristo y hoy responsable de una comunidad educativa cristiana, no quiero dejar pasar la oportunidad de reflexionar con ustedes, así sea de manera lacónica, a la Luz de Las Sagradas Escrituras, sobre el presente acontecimiento y los que de manera similar se hacen: TODO LO QUE SOMOS Y PODEMOS LO DEBEMOS A DIOS, ÉL ES LA FUENTE DE TODA GRACIA. Como dice San Pablo a los Corintios: "no es que por nosotros mismos seamos capaces de atribuirnos cosa alguna, como propia nuestra; sino que nuestra capacidad viene de Dios" (1 Cor. 3,5). Siendo así, no hemos de desestimar lo que el propio Apóstol nos advierte al decirnos que, "llevamos este tesoro en vaso de barro, para que se manifieste que la extraordinaria grandeza del poder ES Dios, y no viene de nosotros" (1 Cor. 4,7)
Los premios y las condecoraciones son entonces, a mi manera de entender, una buena oportunidad para que los homenajeados miremos con serenidad a la fuente de todo bien y le agradezcamos por sus maravillas hechas a través nuestro humilde ministerio. Una buena oportunidad también, para que sintiendo el estímulo fraterno de los que nos rodean, estemos dispuestos a aceptar nuevos retos, ya que siempre tendremos Cireneos que nos ayuden a llegar a la meta. Al menos ese es mi renovado compromiso para con todos ustedes. GRACIAS POR LA GENTILEZA DE ESCUCHARME"
De cara al siglo XXI
Ha transcurrido ya, un poco más de una década del nuevo siglo y del nuevo milenio, y los grandes cambios experimentados en el mundo afectan positiva o negativamente a todos los niveles de la sociedad y en todos los lugares del orbe. Ludo es parte de ese mundo globalizado y las innovaciones tecnológicas, sociales, políticas, educativas, culturales y religiosas le afectan también.
En lo que toca a los gobiernos locales; ó, las históricamente llamadas "JUNTAS PARROQUIALES", Ludo ha vivido los mismos avatares que el resto del país.
Tal como se nos refiere una nota de la red[3], la historia de estas entidades se remontan al año 1824, cuando el Ecuador formaba parte de la Gran Colombia, tiempo en el que se expide la Ley de División Territorial, que divide al país en provincias, cantones y parroquias. Once años más tarde, cuando ya ha sido constituida la República del Ecuador en 1830, el Dr. Vicente Rocafuerte, segundo presidente del Ecuador, puso en vigencia el funcionamiento de las juntas parroquiales integradas por dos alcaldes y un síndico con características similares a las de los municipios.
Sin embargo, por más de un siglo, jamás se dio ningún avance significativo por parte de los gobiernos, y quienes la integraban lo hacían por iniciativa propia, situación que era confirmada por los correspondientes municipios. En 1967 se reconoce las tan ansiadas autonomías administrativas, pero tampoco se da la debida atención a un asunto tan significativo e importante para la colectividad ecuatoriana y sólo se hace evidente la indiferencia de los poderes públicos.
En 1997, tras los acontecimientos políticos de sus primeros meses que devienen en un ejercicio presidencial interino, se conforma una "Asamblea Nacional Constituyente", que expide el 5 de junio de 1998 una Constitución Política que sustituye a la que venía rigiendo desde 1978 y recoge las demandas de los ciudadanos rurales constituidos en parroquias.
Las demandas convergían, especialmente a que se efectivicen dichos derechos con el cumplimiento de la transferencia de competencias, así como la asignación de recursos económicos equitativos a cada circunscripción territorial. De ahí que, los constituyentes recogiendo los principios que orientan al quehacer social de los pueblos, materializando el sentir de las mayorías, consagraron los nuevos derechos colectivos de las nacionalidades y pueblos indígenas del Ecuador. En tal virtud el Art. 235 de la mencionada Constitución Política dice: "En cada parroquia rural habrá una Junta Parroquial de elección popular. Su integración y atribuciones se determinarán en la Ley. Su presidente será el principal personero y tendrá las responsabilidades y competencia que señale la Ley"
De esta manera aquella Constitución Política, afianza el concepto de protagonismo que deben tener las Juntas Parroquiales Rurales para que impulsen actividades en la consecución de su propio desarrollo y autogestión para solucionar sus problemas y buscar el progreso rural. Además del presidente, estas Juntas estarán integradas por un vicepresidente y tres vocales principales de elección popular y un Secretario-tesorero, que será nombrado de fuera de su seno, según la Ley Orgánica expedida en el año 2000.
En tal virtud, el Congreso Nacional del Ecuador en uso de sus facultades constitucionales y legales, aprobó el 5 de octubre del año 2000, La "Ley Orgánica de Juntas Parroquiales Rurales del Ecuador" que entró en vigencia al ser publicada en el registro Oficial No 193 del 27 de Octubre del mismo año. El reglamento correspondiente fue promulgado mediante Decreto Ejecutivo No. 1894. RO/ 421 del 27 de septiembre del 2001.
Hoy estas entidades se rigen por el "CODIGO ORGANICO DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL, DESCENTRALIZACION Y AUTONOMIA -COOTAD-". Ley aprobada por la Asamblea Nacional que deroga la normativa anterior y denomina oficialmente a las Juntas Parroquiales como "Gobiernos Autónomos Descentralizados Parroquiales", y que fue promulgada en el Registro Oficial Nº 303, el 19 de octubre del 2010.
En atención a estos instrumentos legales vigentes en su época, también en Ludo como en el resto del país, se han elegido a partir del año 2000 sucesivamente tres juntas parroquiales: La primera para el período del 2001 al 2005, la segunda para el período 2005 al 2009[4] y la tercera, presidida por el Señor DARÍO GONZALO JIMÉNEZ ÁLVAREZ para el período 2009 al 2014.
Ludo hoy: Labor del "Gobierno autónomo descentralizado parroquial de Ludo" Administración 2009 - 2014
En la actualidad y de acuerdo a la constitución y la ley, son estos Gobiernos Autónomos Parroquiales Descentralizados, los protagonistas del adelanto y desarrollo de su jurisdicción.
Pero para conseguirlo, mucho esfuerzo tienen que hacer los dignatarios de estas entidades para no defraudar a sus electores; y esto, no sólo porque toca valores éticos como la lealtad y la honradez que las personas de bien tienen el cuidado de practicarlos en todos los actos de su vida, sino porque efectivamente quieren mejores días para sus coterráneos mediante un desarrollo armónico e integral.
Es el caso concreto, y nos alegramos de ello, de nuestra actual Junta Parroquial o Gobierno Autónomo Parroquial Descentralizado de Ludo, presidida por el Sr. DARÍO GONZALO JIMÉNEZ ÁLVAREZ, quien en los comicios del domingo 14 junio del 2009 obtuvo una altísima votación de sus coterráneos, hecho memorable que supo agradecer efusivamente y retribuir con una solemne promesa el día viernes 31 de julio del mismo año, en la histórica sesión solemne de toma de posesión, pletórica de público y con la concurrencia de autoridades locales, cantonales y provinciales, en la que pronunció el siguiente discurso:
En este mismo instante, en el que en todo el país y en los diferentes niveles del gobierno nacional se está realizando un acto de trascendental importancia como es la renovación de sus dignatarios, Ludo no es la excepción. El pueblo soberano que son ustedes -y nosotros que hemos recibido de vuestras manos la confianza y la dignidad, pero también el mandato de servirles como JUNTA PARROQUIAL-, nos hemos reunido esta mañana histórica. ¡Sí,! ¡histórica!, porque Ustedes y yo, de manera particular, queremos de verdad marcar un hito en el devenir de nuestra patria chica, llevando a la práctica nuestros planes y proyectos que en campaña hemos prometido realizar. De mi parte quiero hacerlo ya, señalando lo que con el concurso de mis compañeros y de todos ustedes sueño sea la Junta Parroquial de los próximos 5 años y ojalá de todos los venideros. Para ello parto de esta pregunta fundamental: ¿Cómo hacer y cómo tener en Ludo una Junta Parroquial eficiente, pese a las limitaciones socio-económicas y a las incorrecciones que desde hace varios años, luego de la ausencia de personajes representativos de nuestro terruño, se ha venido arrastrando? La respuesta, y mi modesta reflexión, la comparto con ustedes demandándoles a la vez vuestro compromiso.
La Junta Parroquial será eficiente y Ludo avanzará quizá de manera paulatina pero con esperanza, seguridad y justicia participativa, si tenemos como ejes de acción 5 palabras claves que dinamicen nuestras acciones: organización, participación, planificación, evaluación, priorización y legalidad.
1.- ORGANIZACIÓN. Ésta consiste en que cada uno reconozca sus cualidades, sus valores, sus fortalezas, sus potencialidades y generosamente las ponga a disposición de la comunidad social para estructurar un ente capaz de visualizar perfectamente los problemas, necesidades y anhelos comunes en aras a una solución satisfactoria para todos. Recordemos que la unión hace la fuerza. La desorganización debilita, caotiza, confunde y se presta para que los manipuladores hagan de las suyas y -con excepción de ellos y ciertos inescrupulosos-, todos salgan perdiendo.
2.- PARTICIPACION. La participación consiste en involucrarse sana y decididamente en un proyecto determinado. Consiste también en sentirse parte de algo: dando criterios viables; aceptando con respeto la opinión de los demás -aunque algunas veces no se las comparta plenamente-; poniéndose de acuerdo en aquello que recoja el sentir de todos; y, asumiendo con responsabilidad plena la tarea que le ha sido encomendada a cada uno. En la discusión que toda participación genera, no tiene el por qué haber ofensas personales, ni susurros malsanos, ni altanerías primitivas o actitudes disonantes que pongan en peligro la paz y la tranquilidad a la cual todos tenemos derecho.
3.- PLANIFICACIÓN. En todas las actividades humanas sean personales o sociales, la planificación es de fundamental importancia para el éxito. Tiene tres momentos básicos: 1.- Detección de necesidades, 2.- fijación de objetivos; y 3.- señalamiento de caminos por los que ha de comenzar a transitarse de inmediato en pos de alcanzar los objetivos propuestos. Hay, además de esos tres momentos, otro de no menor importancia: la EVALUACION que nos permite dos cosas: 1º tomar conciencia y alegrarse de los éxitos y logros alcanzados -y lo mismo que sucede con los eslabones de una grada: apoyarse en cada uno de ellos para continuar adelante y ascender siempre-; y 2º tomar también conciencia de las equivocaciones, errores y fracasos, para, a la luz de esas experiencias dolorosas enmendar con sabiduría aquello que corresponda, como pueden ser: palabras, comportamientos, métodos, gestiones, etc.
4.- PRIORIZACIÓN. La priorización consiste en sopesar la importancia o no de algo. En otras palabras, la priorización es analizar y detectar entre muchas necesidades cuál de ellas es la más apremiante, sea por la utilidad humana, la urgencia o la importancia estratégica que tenga. Por ejemplo: el tener una cancha es una necesidad legítima de una comunidad, pero junto a ella pueden estar otras necesidades como la construcción de un puente para abreviar el camino y la reconstrucción de un aula escolar que acaba de caer en un terremoto y los niños, que están por dar sus exámenes, no tienen en donde recibir clases. Es obvio que tendremos que priorizar la reconstrucción del aula. Todas son necesidades pero de las tres, la solución de esta última es urgente, humana y estratégica. Es aquí en donde tiene que aflorar la solidaridad de todos; pues, muchas veces la falta de generosidad y de apertura a las necesidades urgentes de los demás hace que surjan resentimientos infundados en los peticionarios; o, que demagógicamente se desperdicien recursos que podrían invertirse en algo mejor, más útil y más permanente. Desgraciadamente ésa ha sido la conducta de nuestras autoridades nacionales, seccionales y locales en casi todo el país. Eso es lo que se llama CORRUPCION y eso es lo que se pretende corregir en este gobierno llamado de la "Revolución ciudadana".
Al respecto puedo decir que: aunque no se dé en la realidad todo lo que se pregona en los Medios de Comunicación Social, en cuanto a la justicia, equidad, igualdad de oportunidades, campaña abierta a los manejos económicos y administrativos oscuros, irresponsables, inacertados y torcidos de ciertos dignatarios de la cosa pública; sí parece vislumbrase en estos momentos patrios, por lo menos, acciones positivas, y sobre todo, una mejor coordinación entre entidades como el Gobierno Provincial y la Alcaldía Cantonal respecto de las Juntas Parroquiales. Amparados en la nueva Constitución y varias otras leyes tenemos la posibilidad de reclamar nuestros derechos y exigir su cumplimiento. Al menos eso, es lo que he podido percibir en los numerosos encuentros que he tenido estos días con las autoridades de estas esferas y con dignatarios de otras juntas parroquiales de nuestra provincia, que por su labor brillante se han constituido en verdaderos referentes.
5.- LEGALIDAD. La legalidad comprende actuar de acuerdo a la ley, no sobre la ley o en contra de ella, eso es delinquir y el delito es juzgado no sólo por la función judicial en sus áreas civil, penal o administrativa; sino y sobre todo, por la historia; es decir, por el pueblo que en un momento dado confió y dio su voto por tal o cual persona; y lo que es más: ser juzgados por Dios nuestro Creador y Señor, que quiere que el hombre actúe de cara a la luz en justicia y en verdad. En la nueva Junta Parroquial de Ludo -que por la voluntad soberana de cada uno de ustedes me toca dirigir y que hoy inicia un periodo renovado, que esperamos no acabe con nosotros sino que continúe con nuevos y mejores hombres y mujeres en el futuro-, procuraremos actuar con legalidad. Nosotros mismos estaremos sometidos a la ley; nos estructuraremos de acuerdo a la ley; y procuraremos que, de acuerdo a la ley y los organismos estatales pertinentes como la Contraloría, la administración anterior, tal como establecen los Arts. 4 literal p y 6 de la "Ley Orgánica de Juntas Parroquiales Rurales", nos rinda cuentas de los resultados de los planes y proyectos desarrollados, de los recursos económicos obtenidos e invertidos y de los bienes muebles e inmuebles que tuviere nuestra parroquia. Y entonces, y sólo entonces, pasaremos a ser responsables de ellos y de nuestras acciones.
Pues bien queridos amigos y coterráneos. A esto les invitamos en calidad de Nueva Junta Parroquial: a organizarnos, participar, planificar, priorizar y a valernos de los instrumentos legales pertinentes al momento de actuar. Es decir, le invitamos a involucrarnos todos en el desarrollo integral de nuestra tierra querida, -económicamente pobre sí-, pero con una rica historia no conocida todavía; pues hay hombres y mujeres nacidos aquí, quizá parientes de ustedes mismos, que gracias a sus capacidades y méritos, hoy como antes hacen relucir con luz propia el nombre de nuestro terruño. La esperanza de ustedes al habernos elegido no tiene que quedarse en el voto; para que podamos cumplir vuestros anhelos personales y comunitarios hemos de poner todos el hombro con sinceridad, coraje, decisión y esperanza. La Asamblea Parroquial que establece la Ley Orgánica de las Juntas Parroquiales en la sección III, Ats. 18, 19 y 20 -y que Dios mediante sabremos llevarla a cabo en el momento preciso-, es un buen espacio de "consulta, control y participación ciudadana" de todos ustedes.
No quiero terminar mi intervención sin antes aclararles que: aunque la ley contemple a las Juntas Parroquiales como entidades autónomas, en la práctica y fundamentalmente en lo que tiene que ver con las asignaciones presupuestarias, es decir, con los recursos económicos contables, se sigue dependiendo de entidades superiores; lo que significa que, para casi todos los proyectos, a la Junta Parroquial lo que en definitiva le compete es protagonizar las gestiones que con ella y junto a ella, tienen que hacer ustedes a través de sus líderes ante los organismos pertinentes, para que del presupuesto parroquial, se asignen los recursos económicos a una obra determinada, la cual como hemos dicho ha de ser debidamente planificada y priorizada a fin de que ella sea verdaderamente útil para todos y sea también duradera. Así no desperdiciaremos los pocos recursos que nos asigna el Estado y ustedes no darán cabida a la demagogia barata acostumbrada.
Agradezco de todo corazón la atención a este mensaje sincero y sereno que acabo de dirigirles. Agradezco también, de manera sentida, vuestra confianza brindada a todos nosotros con el voto electoral. A los que no han votado por nosotros, también nuestra gratitud. Espero que estas expresiones abran el camino de diálogo, comprensión y generosidad que todos abrigamos en lo más profundo de nuestro ser. "Sembremos esperanzas, cultivémoslas día a día y cosecharemos satisfacciones". Recordemos que la grandeza de una patria progresista comienza en las parroquias, y Ludo es parte de un maravilloso vergel llamado Ecuador. GRACIAS
Ludo, viernes 31 de julio del 2009
Lo dicho en este aleccionador discurso está afortunadamente cristalizándose. ¿De qué manera? Lo diremos luego. Antes, es conveniente saber también, por testimonio de su Presidente, cuál es el ideario; es decir, cuál es la misión, la visión y los objetivos del GOBIERNO AUTÓNOMO DESCENTRALIZADO DE LUDO. He aquí su respuesta:[5]
"Misión. El Gobierno Autónomo Descentralizado de Ludo, como gobierno local, promueve el desarrollo humano integral y sostenible de la población; fortaleciendo la identidad, la organización y la participación comunitaria, mediante la coordinación, gestión y negociación con instituciones públicas para el estudio y la ejecución de proyectos que tengan que ver con los intereses comunes de la población.
Visión. Consolidar el liderazgo del Gobierno Parroquial, mediante el fortalecimiento de la unidad intra e inter-parroquial, en coordinación con las diferentes instituciones públicas y privadas que tengan que ver con un auténtico desarrollo económico, social y cultural.
También, investigar prolijamente la historia pasada de nuestro pueblo y ponerla por escrito para utilidad y provecho de las nuevas generaciones, en las que jamás debería olvidarse el civismo y el amor verdadero a la patria chica.
Objetivos:
- Trabajar de manera planificada para que los servicios sociales auspiciados por el Gobierno Nacional lleguen a todos y permitan satisfacer las necesidades prioritarias sentidas por la población.
- Integrar a las comunidades de la parroquia en base al diálogo, acuerdos y consenso de todos los ciudadanos en la búsqueda de soluciones a nuestras aspiraciones.
Para conseguir los objetivos de mi administración se ha propuesto y emprendido de manera inicial -dice el entrevistado-, las siguientes acciones: diseñar y ejecutar un programa de gestión administrativa; otro de salud y saneamiento ambiental; de educación, cultura y deportes; de restauración ecológica; de producción agropecuaria; de desarrollo artesanal y turismo; de vialidad; y, de comunicación."
Efectivamente, de acuerdo a este diseño administrativo, el GOBIERNO AUTÓNOMO DESCENTRALIZADO DE LA PARROQUIA LUDO, en lo que va desde julio del 2009 a la fecha de la publicación de este trabajo monográfico, ha ejecutado o están en marcha las siguientes obras, calificadas en el medio de macro-obras, no por su costo económico que de todas formas sí la tiene, sino porque miran a la utilidad de la totalidad de la población.
En vialidad
- La carretera Ludo-Cuenca por Rumipamba de Quingeo, fruto del empeño personal del Señor Darío Gonzalo Jiménez Álvarez, quien ha conseguido del Ministerio de Transporte y Obras Públicas el apoyo requerido. La ruta recientemente afirmada está ya en funcionamiento desde el mes de mayo del 2012.
Esta vía tiene una enorme importancia puesto que ha acortado considerablemente la distancia y el tiempo a la capital provincial, pues de la ciudad de Cuenca al centro parroquial de Ludo, sólo dista 36 Km que hoy se la recorre exactamente en una hora.
En lo cultural
- La consulta democrática a la población para ELABORACIÓN Y PROCLAMACIÓN DE NUESTROS SÍMBOLOS PARROQUIALES como son la bandera, el escudo y la letra del himno, compuestos todos ellos por el Sacerdote, Dr. José Bolívar Jiménez Álvarez. La música del himno ha sido confiada al musicólogo, Profesor Honorio Ochoa Patiño.
- La investigación histórico, geográfica, sociocultural y socioreligiosa de Ludo consignada en esta obra, titulada: "Monografía de la Parroquia Ludo", que -aunque es iniciativa del autor- ha recibido el apoyo incondicional de su Presidente, quien en todo momento ha estado dispuesto a facilitar la información y documentación requerida.
El disponer de una obra de esta naturaleza, por más modesta e incompleta que en principio sea -dado el hecho de ser el primer ensayo que de ésta parroquia se hace-, tiene su importancia por las dos siguientes razones: 1º Le permite recordar a un pueblo sus orígenes, sus luchas, sus aspiraciones y sus logros; es decir, a tener identidad propia, a enorgullecerse de ella y a tomar conciencia de que por más pequeño que sea, sí puede y es capaz de contribuir con su riqueza particular al conglomerado social; y 2º Sirve de incentivo para que otras personas, quizá con mayores posibilidades y una visión más amplia que otorga el tiempo, se interese por la investigación y perfeccione y complete lo que falta.
- En diciembre del 2011 con motivo de la navidad, la dotación a todas las escuelas de la parroquia de una computadora y sus complementos, gracias a una gestión personal realizada ante el Colegio Femenino "Cardenal Spellman de Quito" -en donde su hermana Sor: Hilda Jiménez Álvarez es integrante de la directiva del prestigioso plantel-, que supo dar favorable acogida y efectiva respuesta.
- El establecimiento como fecha de festejos cívicos el 10 de abril de cada año, que es la que realmente corresponde a la de fundación civil de Ludo; ocurrida, como hemos asegurado ya, un viernes 10 de abril de 1863.
En infraestructura:
- La construcción del amplio y bien dotado edificio del Gobierno Parroquial, en el que funcionan ya todas sus oficinas, el salón magno y el INFOCENTRO-Ludo.
- Las casas comunales de Cazhapugro y Capizhapa
- La cancha de uso múltiple del sector Virgenpamba y el acondicionamiento de la plazoleta de la capilla de Hato Bolo.
- Además, apoyo económico a obras puntuales planificadas por los habitantes de los sectores y al edificio que, en el centro parroquial, está construyendo la "Asociación de Productores Agroecológicos San Luis Beltrán".
En el ámbito social:
- La ejecución oportuna y responsable de todos los programas que el Gobierno Nacional tiene en nuestro medio a través del MIES, para ayudar al sector vulnerable de la población como son los niños, adolescentes y adultos mayores.
- Encuentros, charlas, actividades de recreación y proyectos educativos puntuales.
En seguridad:
- La construcción del edificio de la UPC, obra gestionada conjuntamente con la Tenencia Política.
- Charlas de prevención y autoseguridad.
En lo turístico:
[1] Diario "El Mercurio" de Cuenca- Ecuador. Lunes 4 de diciembre del 2006. Pág. 4B
[2] Diario "El Mercurio" de Cuenca - Ecuador. Lunes 25 de diciembre del 2006. Pág. 4B
[3] www.totoras.agopartum.gob.ec
[4] Fue durante esta época que algunas instituciones gubernamentales adecuaron la plaza central y el parque, adoquinándose también la llamada "AVENIDA DEL EJÉRCITO"
[5] La entrevista, al Señor Darío Gonzalo Jiménez Álvarez, Presidente del Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial de Ludo, tuvo lugar el día jueves 22 de noviembre del 2012 a las 4h30pm