Sectores clásicos

Inicio > ACERCA DE LUDO > Geografía

El Ludo del siglo XX permaneció conformado por cinco importantes sectores estratégicamente situados: San Antonio de Jacarcar, Buenavista, Hato Bolo, Sérrag y Collana; los tres primeros, según testimonia Luis Cordero Crespo, con una población mayoritariamente blanca y mestiza; mientras que en los dos restantes, con una mayoría indígena. Tiempos aquellos en que se conservaba con celo el origen familiar y en el que los matrimonios mezclados eran asunto de contrabando y escándalo.

 

-          San Antonio de Jacarcar. Este sector formó parte de la parroquia en el ámbito eclesiástico hasta hace algunos años; y sólo parte de él, en el político. Su patrono es San Antonio, lo que hace suponer que fueron los misioneros dominicanos quienes en las postrimerías de la colonia, a comienzos del siglo XVIII, atendían esos lugares desde San Bartolomé. Hubo una capilla antigua -que hoy todavía se mantiene en pie aunque ya no es utilizada-, en honor al santo[1] construida en plena loma a unos cuantos centenares de metros hacia el norte de la actual,  en la que también destacaba la casa de una distinguida Señora, Doña Etelvina Molina, matrona y autodidacta, en cuya casa generalmente se acogían personas importantes que visitaban el lugar, y lo hacían también los sacerdotes que iban para la atención pastoral con motivo de las fiestas patronales o la celebración del Jubileo de las 40 horas; quienes, por la falta de transporte, tenían necesariamente que pernoctar ahí el tiempo requerido.

Desde hace muchos años existe en el lugar un plantel escolar cuya infraestructura ha sido reemplazada recientemente. La escuela tiene como patrono al Padre "Elías Brito", un insigne sacerdote salesiano, nacido en Sígsig el 2 de febrero de 1908; quien tiene sus ascendientes precisamente aquí. Una pariente suya, Sor Marieta Brito Zúñiga, religiosa franciscana, oriunda del lugar y gran educadora de la juventud, escribió y publicó una magnífica biografía de este prohombre en 1998.[2]

 

El Padre Elías Brito, gloria nacional, tuvo una fecunda actividad misionera, pastoral e intelectual. Luego de estudiar y haber sido ordenado sacerdote en Turín - Italia en 1933, regresó a Ecuador y sacando tiempo a sus múltiples actividades se dedicó a la investigación histórica de toda la labor desplegada por su comunidad en nuestra patria hasta ese entonces, dando como resultado la publicación de una obra monumental en tres tomos titulada "Homenaje del Ecuador a Don Bosco Santo" (Instituto Don Bosco, La Tola. Quito)[3] . El Padre Elías fue hermano de una distinguida religiosa del Instituto Hijas de María Auxiliadora, Sor Evangelina, que luego de gastar su vida como abnegada misionera y eximia educadora, falleció en Quito el 6 de julio de 1981 a la edad de 79 años. 

 

Ocho religiosas ha dado este sector a la causa de la Iglesia: Sor Cristina y Sor Matilde Brito que fueron las primeras vocaciones, es decir, el primer fruto de la misión salesiana en el Ecuador llegada en 1888[4]; Sor Marieta Brito Zúñiga, franciscana nacida el 1 de octubre de 1943; las Oblatas, Sor Ligia Yolanda Álvarez Avila y su hermana Lilian Álvarez Avila; Sor Virginia Molina Zúñiga, de la comunidad Siervas de María; y, Sor Carolina Avila Moscoso y Sor Justina Zúñiga Román, sacramentinas.

 

Un personaje que merece especial atención y al que no hay que perderle de vista, puesto que para varias generaciones de este sector azuayo se ha constituido en un verdadero referente es el Señor: FEDERICO BRITO ÁLVAREZ, desposado con Maclovia Álvarez. Don Feredico nacido a comienzos del siglo XX, fue un hombre multifacético: maestro, agricultor, viajero, cestero, fabricante de carbón y cera de laurel, tejedor de sombreros, tintorero, etc. tareas que las supo cumplir con una originalidad y una perfección asombrosa. Detrás de un rostro grave, huraño, ceñudo tendiendo a rezongón se escondía un alma de ángel. Así se mantuvo hasta su muerte ocurrida en avanzada edad. El investigador Luis Benigno Moscoso, refiriéndose a su vocación de  pedagogo dice:

 

"... No se conoce quienes hayan sido sus maestros pero poseía una cultura sorprendente. Ejercía las funciones de docente con los precarios recursos que disponía la comunidad: Local escolar, su propia casa; material didáctico, hojas de cabuyo con espinos del mismo vegetal como plumas; medios persuasivos, una beta de piel vacuna suavizada por el uso prudente; texto de religión, caligrafía, ortografía, redacción y aritmética, el famoso ‘Catón Cristiano' editado y difundido por los Hermanos de la Salle; Objetivo, instruir y formar con valores cristianos a los niños y jóvenes con el lema lasallano correctamente aplicado ‘la letra con sangre entra'; remuneración, alguna dádiva material y el agradecido reconocimiento de que era un excelente educador. Muchos discípulos de su escuela le recuerdan con cariño y sobrecogimiento"[5]

 

San Antonio fue hasta hace unas tres décadas un sector de gente eminentemente blanca. Los matrimonios se realizaban entre familiares y era raro las mezclas de sangre. Las familias que allí moraban y todavía de alguna manera mantienen su clase son los: Brito, Zúñiga, Álvarez, Iñiguez, León, Román, Avila, Molina, Moscoso, Calle, Cabrera y Sarmiento.

 

-          Buenavista.  Hasta los años 70's del siglo pasado, Buenavista era el sector más importante de Ludo. Está situado al noreste de la cabecera parroquial a unos 15 minutos aproximadamente, al que se llega a través de la vía que conduce a Sígsig que fue inaugurada en 1982. A manera de anécdota anotaré que fue este servidor, quien, por primera vez, llegó a la plaza central en una camioneta marca Nisan 2000 color blanco, remontándose por unos potreros, en mayo de 1982, pues todavía la trocha no llegaba a la plaza central.  

 



 

En Buenavista se venera a la Santísima Virgen del Rosario, cuya imagen permaneció por algún tiempo en una capilla que pertenecería a la hacienda de la Orden Dominicana que después fue propiedad de la familia Cabrera Torres, hasta que a comienzos de los años 30's se hace otra en el lugar actual. Antiguamente la fiesta en su honor era un acontecimiento muy sonado. Ya faltando pocos días para la celebración se trasladaban los comerciantes a plantar sus tiendas para ofrecer a los visitantes, sobre todo comida. En la década de los años 60's, recuerdo; los Señores Luis Jiménez y Manuel Jiménez, trasladaban también sus máquinas gacificadoras manuales para fabricar las famosas kolas rosadas y anaranjadas. Algunos negocios y tiendas, para llamar la atención de los posibles clientes ponían en sus tocadiscos de moda música del momento a todo volumen; entre otras canciones: Ecuador Amazónico, Algún día volveré, Las paisanitas, La burrita, El sello de mi nombre, Tejedorita, El baile de mi sombrero, Alza que te han visto, Por algo me han de recordar, Apasionadamente, El santo del mayoral, No me he de meter... etc. etc.

 

La celebración del Santo Jubileo que religiosamente se desarrollaba en cuatro días, era otra fecha importante del lugar. Cuando el Padre Víctor Mancero servía como cura párroco de Ludo, viajaba en acémila el lunes y estaba de regreso el sábado luego de cumplir con la liturgia que comprendía tres momentos especiales: la misa de la mañana, el trisagio a medio día y la clausura con el rezo de vísperas y la solemne procesión por la tarde. No faltaba en todo el día la visita al Santísimo, al que acudían las familias piadosas permaneciendo en el templo horas y horas.

 

Distinguidos moradores del lugar en épocas pasadas fueron: Don Senén Montesdeoca y Doña Teresa Cabrera, dos esposos nobles que en los años 30's se habían instalado allí por cuanto, por muchísimos años Doña Teresita se desempeñó como profesora, siendo una virtuosa maestra muy recordada por el alumnado de aquellas generaciones, no solamente por su labor docente, sino por haberse constituido en referente de valores y allegado muy de cerca con la gente. Contemporáneo de ellos fue el Señor Lucas de Jesús Álvarez Álvarez, un autodidacta, amigo de la música, la buena lectura y las exploraciones hacia el Oriente; quien, pese a haber enviudado tempranamente de Doña Carmelina Brito, supo encaminar a sus tres hijos: Carmelina, Ricardo y Lucas Jr. que posteriormente formaron sus hogares y procrearon una descendencia que hoy, desde sus distintas funciones, como profesionales, escritores y artistas, sirven a la sociedad en diferentes latitudes de la provincia y del país.

 

Con posterioridad destacan los Señores Claudio Urdiález, Manuel Urdiález y Miguel Urdiález. También Santiago Álvarez, Víctor Pesántez, Clodomiro León -esposo que fue de Doña Rosa Coronel-; y, Humberto Espinoza Calle quien falleció muy joven, esposo de Doña Sibilina Pesántez Calle. De una manera especial Don Miguel Urdiález es recordado por haber, en los años 60's y 70's, transformado su propiedad agreste ubicada en La Cría, en un verdadero vergel. Todo se producía allí: maíz de la mejor calidad, fréjol, habas, papas de distintas calidades; también cultivaba los más variados árboles frutales: manzanas, duraznos, capulíes, membrillos y toronjas, asimismo caña de azúcar. Su granja era visitada por mucha gente, unos para pedirle trabajo, otros para abastecerse de productos frescos y sanos; y otros, por lo regular agrónomos profesionales, para pedirle orientación; pues Don Miguel y su esposa Doña Isaura Pesántez, se habían constituido, a base de experiencia, en verdaderos agrónomos de prestigio.

 

Buenavista es cuna de Sor Felicia Brito Avila, religiosa del Instituto del Perpetuo Socorro (corredentora), una de las primeras de esta comunidad religiosa fundada en Cuenca el 4 de abril de 1964. Esta extraordinaria religiosa, distinguida por su tenacidad y ternura con las jóvenes más vulnerables, ha cumplido por muchísimos años el papel de Superiora de la Casa "Esther Durán de Cisneros" de Ambato. Hoy como profesional, que también lo es en Trabajo Social, es funcionaria del Ministerio de Bienestar Social en la misma ciudad.

 

También en Buenavista nació el Padre: Mario Bolívar Calle Urdiález que luego de haber sido ordenado sacerdote el 17 de marzo del 2001, es en la actualidad párroco eficiente de Logroño en el Vicariato de Méndez; el autor de esta monografía; y, la Religiosa Sor Hilda M. Jiménez A.

 

-          Hato Bolo. El sector de Hato Bolo, muy nombrado desde la época de la colonia,  fue organizándose paulatinamente como centro urbano alrededor de la casa de escuela allá por los años 40's. No tuvieron capilla hasta 1967 cuando comenzó su construcción; sin embargo se venía celebrando ya con cierta pompa, las festividades en honor a su patrona, la Santísima Virgen de La Dolorosa del Colegio, a cuyo honor se la  ha dedicado esta bonita capilla.   

 


 

 

El sector se caracteriza por sus pastizales siempre verdes, por lo pintoresco folclor de su gente y por el deporte. En efecto, en los años 60's se destacaron en la práctica del ecua vóley jóvenes como: Manuel Álvarez, Tarquino Jiménez y Gerardo Pesántez. En los 70's bajo el liderazgo de un gran profesor que hizo época en la comarca, el Sr. Agustín Moncayo, fueron sus niños los que siempre alcanzaron constituirse en campeones en casi todos los certámenes deportivos llevados a cabo entre los planteles educacionales de la parroquia.

 

En esta comunidad ludense, que tuvo otra gran maestra entre 1975 y 1976, la Srta. Imelda Naranjo, nació la Hermana Rebeca Quichimbo Aguilar[6], religiosa de clausura que desde hace varios años reza por su pueblo en el Convento de El Carmen de la ciudad de Cuenca.

 

-          Sérrag.  Esta hermosa comunidad está ubicada al sur de la cabecera parroquial y es hoy en día, la localidad que más ha progresado gracias al esfuerzo de sus hijos  y al hecho de haber comenzado a incorporar a su trabajo agrícola la tecnología.

En la época del Padre Luis Benigno Torres, concretamente en 1940 pues así consta inscrito en una piedra, se comenzó la construcción de una amplia capilla para dedicársela a la Santísima Virgen Auxiliadora[7], que luego de levantadas las paredes se suspendió por varias décadas; quizá, por la falta de recursos o por carecer de un líder espiritual que animara el trabajo, pues el sacerdote de la iniciativa fue removido. Sólo hace algunos años se retomó el proyecto y reduciendo considerablemente las dimensiones originales se la ha terminado, siendo hoy por hoy, una de las mejores del lugar, la misma que está dedicada a La Santa Cruz.

 

Por iniciativa del Señor Hilario Suconota en la década de los años 70 se logró canalizar el agua para el servicio doméstico, pues hasta ese momento prácticamente se carecía del líquido vital en gran parte de lo que hoy es el centro poblado de Sérrag.

 


 


La escuela, que lleva por nombre "Diego Abad de Cepeda"  tuvo en los años 60's  una destacada maestra, Doña Julia Trujillo que formó con dedicación a la niñez de entonces, los que hoy constituyen la población adulta que brega por días mejores para su sector. En la actualidad es el plantel con el mayor número de alumnos, 180 y 6 profesores.

 

Entre las personas destacadas del lugar, siempre teniendo como telón de fondo los años 60's y 70's que en primer término interesa a éste trabajo monográfico, son los Señores: Crisóstomo Morocho, Hilario Suconota, su esposa Doña Josefina Chillogalli y Benigno Fárez, conocido este último por su buen grado de ilustración y su profesión de excelente sastre y músico, como también por ser el patriarca de una familia que ha tenido cierta notoriedad en la ciudad y en la provincia. A su estirpe pertenece el Lcdo. Mesías Fernández Fárez, que luego de haber cumplido de forma sobresaliente sus estudios en la Pontificia Universidad Católica de Quito, es uno de los más connotados conferencistas del programa "Escuela para Padres" de la capital. El Lcdo. Mesías es hermano del Ingeniero en márquetin Iván Fernández.   

 

El extinto Sr. Benigno Fárez y su Señora, Doña María Mercedes Quituisaca Sánchez, son también los progenitores de la Hna. Carmen Isabel Fárez Q., religiosa carmelita, que en la actualidad presta su servicio pastoral en Quito.

 

Profesionales nacidos en este lugar y que luego de una acrisolada formación intelectual y científica, hoy sirven a la sociedad en diferentes áreas son: El Lcdo. Marco Vinicio Suconota Chillogalli; el Igneniero: Angel Eduardo Suconota Chillogalli, funcionario de la Empresa Eléctrica Centro Sur y el Abogado Walter Morocho, que hoy se desempeña como Teniente Político.

 

Por mucho tiempo Sérrag se distinguió por las artesanías de barro, especialmente ollas, platos, medianos, cántaros y jarros artísticamente decorados, que se comercializaban en la comarca o se los intercambiaba con productos que se producían especialmente en San Bartolomé y Nabón. Antaño se destacaron en ese arte Mercedes Peláez que tenía su taller artesanal en Yuracpungo y Lorenza Carchi que lo tenía en Purana.

 

-          Collana. Son encantadoras las palabras del extinto escritor Dr. Luis Cordero Crespo al referirse a este lugar: "...En una como ciudadela, semejante a la de Colta en la provincia de Chimborazo, y que se llama "COLLANA", residen familias tradicionales de indígenas inteligentes y honorables constituyendo estirpes merecedoras de respeto. Se apellidan Quituisacas, Suconotas, Uyaguaris, Sangurimas, Carchipullas, Chimbos, etc. Todos cultivan una parcela con filial esmero. Son hijos de su tierra, y la aman como a su verdadera madre humana. Tejen la fibra de la cabuya y el vellón de sus ovejas y sus bayetas de vestimenta. Son laboriosos y -cosa encomiable- no afectos al alcoholismo"[8]. Como se ve, en pocas palabras se retrata al sector tal cual es; o más precisamente, tal cual fue; puesto que estos últimos años ha cambiado mucho, debido a  la vía de penetración, la migración y la influencia de los medios de comunicación.

 

 


 

 

En efecto, hasta hace unos 25 ó 30 años de la fecha actual, Collana producía en sus tierras abundantes capulíes y duraznos de numerosas variedades, cuya producción salía a la ciudad o se comercializaba con las poblaciones vecinas. También los telares de hilo de lana eran numerosos, se confeccionaba mantas, cobijas, ponchos y finas bayetas que servían para que Doña Lucrecia Carmelina Álvarez, afamada modista, cuyos modelos se conservan todavía, les confeccionara en su taller las elegantes polleras y "llicllas" (rebosos) bordadas con hilos de múltiples colores y llamativos dibujos de flores, hojas y conchas a las mujeres; y a los hombres, elegantes sacos y pantalones. Lo propio hacían también las costureras de entonces: Rosa Cabrera y las hermanas Julia y Angelina Delgado.

 

En este sector que tiene una capilla construida recientemente en 1993 en honor a San Miguel, nació el Insigne Gaspar Sangurima.



[1]    Se asegura que la imagen de San Antonio fue un obsequio del Padre Benjamín Zamora, primer párroco de Ludo, que lo fue entre 1908 a 1911

 

[2]    BRITO, Marieta - (escribe el opúsculo bajo el pseudónimo: La Violeta Azuaya), "Historia de un sacerdote, hombre de corazón de oro- Padre Elías de Jesús Brito Galarza". Guayaquil - Ecuador 1998

 

[3]    El 1r tomo de la obra fue publicado en la Escuela Tipográfica Salesiana de Quito en 1935

 

[4]    La rama femenina de la Congregación, es decir las Hijas de María Auxiliadora, llegaron al Ecuador en 1902 y su primera casa la establecieron en Gualaquiza a donde arribaron el 30 de noviembre de ese año.

 

[5]    Moscoso Molina, Luis Benigno: "Memorias personales"

[6]    La hermana Rebeca es hija de Don Eloy (fallecido) y Doña Adelina Aguilar

 

[7]    El Padre Luis Benigno Torres obsequió la imagen de la Santísima Virgen Auxiliadora a la comunidad, la misma que posteriormente pasó a Cazhapugro en donde es venerada hoy. Fue el "fiscal" de ese entonces, el Sr. José Matailo, quién tenía su vivienda aquí, el que tomó esa iniciativa porque la capilla proyectada en Sérrag se paralizó.

[8]   Dr. LUIS CORDERO CRESPO. Op. cit. pág. 4 (cf. Pág. 121)