Por: Darío Gonzalo Jiménez Alvarez
Presidente del GAD parroquial de Ludo
Sábado, 27 de abril del 2013
- Sr. Dr. Juan Cordero Iñiguez - Director Nacional de la Academia Nacional de Historia, Fundador del Museo de las Culturas Aborígenes y Cronista de la ciudad de Cuenca
- Rvdo. Sacerdote. Dr. José Bolívar Jiménez Alvarez - Autor de los emblemas parroquiales y la Monografía de Ludo
- Señor Gobernador de la provincia, Arquitecto Humberto Cordero
- Sr. Prefecto del Azuay, Paúl Carrasco
- Señora representante de la Alcaldesa de Sígsig y miembros de la Ilustre Municipalidad
- Sr. delegado del Ministerio de Inclusión Social
- Sr. delegado del Ministerio de Educación
- Sr. delegado del Ministerio de Salud
- Sr. representante del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social
- Señor Dr. Wilson Segarra Presidente de AGOPA
- Señores miembros del Gobierno Autónomo Parroquial Descentralizado de Ludo
- Señores Presidentes o delegados de los Gobiernos Autónomos de las parroquias hermanas
- Amigos no ludenses pero que hacen honor con su presencia a nuestra amada tierra, especialmente del El Valle y Chiquintad.
- Señores dirigentes de las comunidades de la parroquia
- Ludenses que de distintos lugares de la provincia y del país que hoy han retornado a vuestra tierra para festejar este magno acontecimiento
- Señoras y Señores.
La Providencia Divina -no lo dudo-, ha dispuesto que éste servidor estuviera al frente de la administración parroquial en este período, en el que nuestra patria chica cumple sus 150 años de existencia política. Oportunidad única ciertamente, para que quienes hemos nacido, y hoy existimos en esta parroquia Ludo -"del Azuay escondida flor" y del "gran mundo rincón ignorado" como dice nuestro himno-, tomáramos conciencia del glorioso pasado histórico que nos pertenece, de la riqueza de nuestra geografía, y de la particularidad de nuestra idiosincrasia; y expresáramos, mediante símbolos, lo que en realidad somos, tenemos y aspiramos. Es lo que comúnmente se llama identidad.
Para que todos miráramos un mismo horizonte; Para que todos sepamos de dónde venimos y a donde sería bueno que se encaminaran nuestros esfuerzos; Para que todos conociéramos el trayecto que vivieron con entusiasmo y sacrificio nuestros antepasados; Para que nos aleccionáramos a la luz de los valores vividos por ellos y no los dejemos pasar sin saborear su néctar; Para que nos ufanáramos de nuestros linajes moldeados en este Olimpo escondido; En fin... para que de hoy en adelante se acreciente nuestro civismo..., es que algunos ilustres ludenses y yo, les hemos convocado a este escenario, en que legítimamente y con la autoridad que confiere la Constitución a nuestro Gobierno Autónomo, hacer la presentación de los símbolos parroquiales y del libro "Monografía de Ludo"; obras todas, de José Bolívar Jiménez Alvarez, sacerdote, Doctor en Derecho, catedrático, escritor y sobre todo ludense, que con tanta dedicación y esmero, a cumplido el encargo que nos permitimos hacerlo hace algunos meses.
Bien sabemos que los símbolos de una colectividad (bandera, escudo, himno) no son ni pueden ser jamás fruto de la arbitrariedad. Se necesita para ello investigación minuciosa y respeto absoluto a la realidad que va ha ser representada; Se requiere así mismo, profunda sensibilidad para interpretar los sentimientos que caracteriza a un grupo humano haciéndolo único; También exquisita capacidad de expresarlos con palabras poéticas, al tiempo que mucha habilidad pictórica para saberlos plasmar artísticamente en dibujos. Y todo esto tiene, por la bondad infinita de Dios, el autor, quien ya ha escrito obras de la misma naturaleza como "La Monografía de Pucará", lamentablemente no editada por la desidia de sus autoridades y la "Monografía de Chiquintad", tan aplaudida por sus habitantes desde el 2007 año de su publicación.
La monografía, escrita por este apreciado ludense, será luego de algunos instantes presentada por quien es la última palabra en asuntos históricos en el país, el Dr. Juan Cordero Iñiguez, Director Nacional de la Academia de Historia del Ecuador, Fundador del afamado Museo de la Culturas Aborígenes y Cronista de la ciudad de Cuenca. Su presencia es para nosotros, los ludenses, un altísimo honor; y para el autor, con toda seguridad, garantía de que su esfuerzo vale la pena.
Gracias, mil gracias, Dr. Juan Cordero Iñiguez por estar con nosotros, por hermanarse con nuestro regocijo, por haber venido a la tierra que personajes importantísimos de su linaje, como lo fueron: Luis Cordero el Grande y Luis Cordero Crespo, quiénes caminaron ya por este suelo y bregaron por su adelanto material y espiritual. Sabemos, como anotó tempranamente el propio Dr. Luis Cordero Crespo, en un artículo que escribió para diario El Mercurio del 12 de diciembre de 1982, para conmemorar el primer aniversario de la ordenación sacerdotal de mi hermano, el neo-presbítero José Bolívar, que sus padres abogaron ante el arzobispado para que Ludo fuere elevada a la categoría de parroquia eclesiástica, hecho que efectivamente y gracias a esa intervención, se cristalizó un martes 10 de marzo de 1908.
Gracias también a Ustedes Ludenses, que permanecen afincados día a día a nuestra tierra, la que por la bondad de Dios y el esfuerzo tesonero de cada uno, está cambiando para bien. Gracias a sí mismo a Ustedes apreciados Ludenses que por diferentes razones ha tenido que salir de la Tierra, llevando en vuestras almas al mundo -como dice nuestro himno- "grabada su serena paz", mi gratitud por haberse hecho eco de nuestra convocatoria (vuestra presencia dice mucho y promete mucho). Gracias dirigentes de las diferentes comunidades por saber desempeñar con altura y dignidad vuestro papel. Gracias a las autoridades cantonales, provinciales y de las parroquias hermanas por hacer coro a nuestro regocijo. De una manera especial a Usted Sr. Gobernador, Arquitecto representante en nuestra Provincia del Gobierno Nacional, del Gobierno de la REVOLUCION CIUDADANA que por fin brega por la reivindicación de todos los ecuatorianos. A la Señora Alcaldesa, Lcda. Aramita Jiménez, por el cuidado de planificar con nosotros sus obras; Y a Usted, Padre Bolívar Jiménez Alvarez, nuestro eterno reconocimiento por perpetuar nuestra memoria histórica, con buena literatura y con excelente arte pictórico, también por encaminarnos hacia un futuro prometedor, en el que LUDO sea pronunciado con nitidez y respeto por la sociedad que hoy todavía, sin querer, la ignora. GRACIAS.
